Traducción diálogo Chon


—¡Chin ban cho! (¡Ayuda, por favor!) —dice la chica.
Al no tener respuesta por nuestra parte se queda pensando y luego vuelve a hablar, pero no sirve de nada porque por su boca sólo salen sonidos y más sonidos ininteligibles para nuestros oídos.
¡Tu hablal mejol, Nosotlos no entendel! —le responde el payaso del Zurbe. Su concepto del chino es tan limitado como su persona.
—Da igual, Zurbe, no habla nuestro idioma —le digo al pseudopolíglota.
¿Ni chinguan chongo chipin? (¿Os gusta la comida china?) —exclama ella.
Nos hace un gesto con la mano de “que nos esperemos”. Se mete para dentro de su casa y a los pocos segundos sale y nos tira dos bolsas más de basura con comida china.
Nos ponemos locos de contentos. Mola esta chica.
¡Chongo chipin! (¡Comida china!) —dice ella empeñada en hablarnos en su extranjero lenguaje.
—Creo que está diciéndonos como se llama —deduce el Zurbe —, su nombre debe ser Chongo y el apellido Chipin.
Yo no lo tengo muy claro.
—¡En-can-ta-dos! —nos presenta con una excesiva vocalización —, ¡Yo-Zurbe-ella-Susi!
No sé si habrá visto alguna peli de Tarzán, pero lo ha dicho clavadito al rey de la selva.
La china tiene la misma expresión de extrañeza en su cara que la que debe reflejar la mía. No se da por vencida y añade signos con las manos.
Por supuesto, con manos o sin ellas, seguimos sin enterarnos de lo que quiere decir.
¡¿Guoo nemajon ichichi?! (¡¿Puedo ir con vosotros?!) —se acelera a preguntar lo que quiera que signifique esa frase.

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No sé qué hora de la madrugada será, pero a través de los tabiques Chon me despierta con sus gemidos.
Enciendo una vela y salgo cojeando hacia mi habitación. Espero que no ande con el Zurbe haciendo el tonto. Estas no son horas de juerga.
Qué va. Está hablando sola. Dormida. Entre sueños.
—Baba... chin buyao shang… buyao yao (Papa... por favor, no me hagas daño... no me muerdas) —delira con voz temerosa.